viernes, 20 de mayo de 2011

Al contacto con sus dedos, se desvanece.

Ella,  alejada de todos, escuchando su música, cuando de repente le ve, da sentido a su existencia su desobediencia, le hace temblar, soñar, le cura todas y cada una de las heridas que tenia, si algo le pasaba, todo se le iba, con su sola presencia.
Quiere ir corriendo a darle un abrazo y no soltarle jamás. Pero, se gira, cierra, y aprieta los ojos, intentando que su corazón se relaje un poco.
Abre los ojos, y esta enfrente suya, y solo le sale sonreír, levantarse y darle un abrazo, es recíproco, pero le vale, solo un abrazo, y le trastorna los sentidos, su textura, su olor, su inquietud por el saber lo que escucha, 

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